.:Dale una experiencia inolvidable en el momento oportuno, con los aceites adecuados, luz bajo control y música para la ocasión:.
Estimula su piel a través del tacto con caricias, dedicación, amor y ternura, con esta técnica especial que no sólo le dé placer a él, sino también a ti.
Antes de darle el masaje debes estar relajada, respirar pausadamente, dejar que tus músculos se relajen, y así ayudarás a aumentar el equilibrio interior de él.Si tus manos hablan con esmero e imaginación, el cuerpo de tu pareja responderá con ternura y ardor, y los corazones de ambos se entregarán sin tensión.
Las técnicas básicas
El experto en Osteopatía y Quiropráctica Marcos Catalán, autor del libro Fitness para mejorar tu sexualidad, recomienda estas técnicas para darle a tu amor uno de los masajes más sensuales:
Aceites y cremas. Sirven mucho para evitar tirones en las zonas con vello. Hay aceites esenciales tonificantes como el romero, activadores de la circulación como la menta o sedantes como la caléndula. Cubre tu torso y el de tu chico de crema o aceite y abrácense desde todos los ángulos para disfrutar una increíble sensación de suavidad y complicidad.
Iluminación tenue. Tú puedes provocar una atmósfera sensual, según el color y la intensidad de la luz. En una habitación semioscura, con la luz del atardecer entrando de lado por una persiana medio abierta, se forman rayos de luz que con el movimiento del cuerpo dan la sensación de estar en una película muda en blanco y negro.
Sonidos naturales. La música provoca distintos estados de ánimo, así que puedes probar sonidos diferentes. Por ejemplo, de olas del mar, de lluvia cayendo en la ventana, de tormenta y de vez en cuando un trueno; esto hará que ustedes dos pongan a prueba las patas de la cama.
Sentidos e imaginación. Hay una infinidad de elementos para el masaje, que pueden usarse de mil maneras y propiciar el acercamiento sensual entre ustedes; usen la imaginación. Plumas, hielo, colgantes, antifaces, pañuelos, cuerdas, esposas, látigos, cinturones, juguetes sexuales, espejos...
Manos deslizantes. Haz movimientos suaves y prolongados con las palmas y dedos de tus manos.
Circulación sanguínea. Pasa la palma y los dedos de tu mano por la zona que él elija, sin perder contacto con su piel en ningún momento. Haz cierta presión, enfocándote en estimular su circulación sanguínea y calentar la zona friccionada.
Cachetadas excitantes. Unas palmadas en la cara, dadas con las dos manos alternativamente, en un contacto breve y enérgico pero nunca doloroso, tendrán unos efectos muy estimulantes.
Vibraciones. Haz entusiasmar a tu pareja con las yemas de tus dedos, agitando suavemente su piel con distinta amplitud y velocidad.
Fricción extasiante. Frota su piel con toda tu mano, atrapando el músculo y despegándolo con movimientos deslizables y alternos de las dos manos.
Pellizcos de placer. Es un movimiento muy estimulante, pero debes realizarlos con cuidado para no lastimarlo.
Presiones que relajan. Aplícale unos apretones con cualquier parte de tus manos y en puntos concretos.
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