¿Hay una edad ideal o todo depende de la personalidad de cada individuo? Es común que cuando llegamos a determinada edad y tenemos pareja, la gente a nuestro alrededor comience a preguntar con insistencia, "¿para cuándo la boda?".
A querer y no, esto termina ejerciendo una presión en nosotros, que muchas veces no sabemos afrontar y terminamos tomando una decisión precipitada.
El matrimonio es un compromiso serio que conlleva altas y bajas, y por ello es importante enfrentarlo con madurez. Pero, ¿la madurez es una cuestión de edad? No siempre. Sin duda hay personas que desde muy jóvenes son totalmente responsables sobre sus decisiones y actos, y que tienen una idea muy clara de lo que quieren para su futuro, pero también hay muchos otros para quienes la vida es mucho más relajada y prefieren vivirla al día, sin asumir compromisos fuertes.
Los expertos señalan que la edad sí es un factor importante cuando se trata de afrontar con seriedad un matrimonio, aunque también concluyen que no es un factor determinante para el éxito de la relación, y que mucho menos existe una regla sobre cuál podría ser la edad ideal para asumir este compromiso de vida. Los puntos en los que tanto psicólogos, sociólogos y religiosos parecen coincidir, son básicamente los mismos.
Lo primero que se señala en este sentido, es que una persona de veinte años -hombre o mujer-, no tiene las mismas inquietudes que una de treinta o una de cuarenta. Y es que, por ejemplo, alguien en sus veinte probablemente tenga mayor deseo -y posibilidades- de emprender un viaje por el mundo, acompañado de sus amigos. En cambio, una persona en sus treinta podría ya haber realizado dicho sueño, o simplemente podría preferir una vida más tranquila. En cualquiera de los casos, un viaje de estas características, es más sencillo llevarlo a cabo como persona soltera, puesto que no hay que cuadrar las vacaciones y posibilidades económicas del cónyuge.
Un segundo factor por el cual la edad importa, son las experiencias amorosas. Entre más adulto se es, es más probable que se hayan vivido más relaciones de pareja, y esto podría ayudar a tener mucho más claro qué es lo que se quiere en este sentido. Pero por supuesto que esto no es un factor determinante, pues hay muchas personas que durante su adolescencia tienen la fortuna de conocer al amor de su vida, y no necesitan "experimentar" con otras parejas para saber que tienen a su lado a la persona que desean como compañero de vida.
Otro punto de coincidencia entre expertos sobre si existe una edad ideal para el matrimonio, tiene que ver con el universo de parejas que se casan y quieren tener hijos, y se trata del "reloj biológico" de las mujeres. Si bien una mujer alcanza su madurez reproductiva desde la adolescencia, y es cierto que quienes se han convertido en madres antes de llegar a sus veinte son tan capaces de dar a luz a un hijo saludable, también es cierto que aún se encuentran en crecimiento. Por esta razón es que es más prudente convertirse en madre en una etapa física más madura. Y de igual manera, aunque los tiempos han cambiado y existen muchas altenativas que pueden solucionar problemas de infertilidad, una mujer que no supere los 35 años de edad, tendrá más posibilidades de embarazarse sin dificultad alguna.
Finalmente, todos los expertos coinciden en que lo más importante a tomar en cuenta para contraer matrimonio, es que nunca hay que elegir este camino para liberarse de presión. Ni la familia, ni los amigos, ni la propia pareja, pueden decirnos cuándo debemos casarnos. Comentarios como "ya estás en edad", "ya te estás tardando" o "se te va a ir el tren", no tienen por qué afectarnos. De entrada, el matrimonio no está hecho para todos, así que depende exclusivamente de nosotros decidir si efectivamente casarnos figura en nuestro plan de vida.
Aún más importante que tener o no la edad adecuada para contraer matrimonio, está el hecho de no hacer nada por tradición u obligación. Ni tu familia, ni tus amigos, ni tu propia pareja, pueden decirte cuándo debes casarte. No dejes que frases como "ya estás en edad" o "se te va a ir el tren" tengan influencia sobre ti. Puede ser que "tengas edad" y una pareja con quién podrías casarte, pero si no la visualizas como tu cómplice en un proyecto de vida, no te precipites. Hay quienes desde pequeños imaginan su vida perfecta: casados a determinada edad, con hijos, mascota y reuniones familiares de ensueño. Pero, aunque en tu interior te sientas listo para el matrimonio, no te cases con el primero que se te atraviese sólo porque ya estás "en edad". Recuerda, no te obligues a nada.
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