La regla de oro es elegir siempre ropa interior de tu talla. Incluso con una 36, si llevamos bragas demasiado pequeñas pareceremos una salchicha. Igual sucede con las que se atan a la cadera: las rellenitas también las pueden llevar, pero siempre que sean de su talla.
>El culote-faja es el mejor amigo de las que quieren parecer más delgadas. Es cierto que estiliza la pierna y disimula los michelines sin apretarlos. Las más delgadas evitad este modelo si no queréis ver cómo se os pronuncian los huesos de la cadera.
>Los culotes anchos, de costuras grandes, y los boxers aumentan el volumen de la cadera, pero se trata sólo de un efecto óptico. Es un buen modo de darte más cuerpo si te ves demasiado menuda. El boxer de talle bajo es poco adecuado para las piernas cortas, pues las recorta aún más.
>El tanga brasileño es el término medio entre el tanga de hilo y el culote. No hay peligro de enseñar el cordel cuando nos agachamos y garantiza una invisibilidad total de la prenda cuando se lleva con pantalones ceñidos.
>El shorty es una mezcla entre el boxer y el tanga. Tiene la ventaja de ser cómodo y sexy a la vez, es adecuado para todas las siluetas y favorece todo tipo de nalgas. Para las más acomplejadas que no se atrevan con el tanga, el shorty te hace sentir sexy sin tener la sensación de ir desnuda.
>El culote «vientre plano» o los que aumentan la parte del cuerpo en cuestión es mejor evitarlos porque son demasiado incómodos y comprimen la circulación sanguínea. No es necesario tener un cuerpo perfecto para sentirse sexy en ropa interior. Sólo hay que ir bien depilada, contar con una crema hidratante que huela bien y lucir un conjunto de lencería que te guste. ¡Y listo!
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